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[Y me pongo nervioso con sólo pensar en escribirte]
Día de soliloquios, de armar historias mientras sacudo el polvo de este año que muere, hay tiempo para extrañarte y mirar el teléfono que no recibe el susurro de tu nombre [cuándo llamarás]. Hoy es un día como todos, lleno de pura porquería, colmado de mí [porquerìa porquería], puedo cantar a solas en la sala, reír idiotamente como ya es costumbre, escupir letras con los dedos. Hoy resulta ser un buen día: para cocinar una pasta italiana, probar un gran vino, prender velas, preparar la mesa [como si fueras a llegar], hacer funcionar el tocadiscos, bailar con la escoba y el mandil.
Mañana será hoy, hoy fue ayer, la vida no cambia, no para mí, [por qué demonios soy tan mí]. Ni porque es mi primer día de vacaciones deja de hacer frío, dejas de gustarme, dejo de esperarte. Quisiera acostarme en el pasto, mirarte en las nubes, descubrirte en el cielo, saber tus secretos mientras te distrae el sonido de un avión. Pero hoy no hay nubes, no hay cielo, no hay avión [Es diciembre y todavía no hay Mexicana(a quién rayos le importa)]… No estás tú.
Puede que hoy miércoles le escriba una carta a Santa, pero sé que este año no supe hacer otra cosa más que ser un completo hijo de [con todo el respeto a mi santa madre, como diría CS]… Estoy seguro de que Claus, te dará todos mis regalos: le pediré todo el amor del mundo para ti, muchos años de vida acompañados de inagotable felicidad, de infaltable bienestar, salud, alegría y éxito. También le demandaré paz en tu corazón, sobriedad en tus ideas, exigiré que elimine el dolor de tus recuerdos, el de tu garganta y que te quite toda molestia que tengas contra mí [sólo Santa puede hacerlo, él es Santa].
Como quisiera no tener vacaciones, para sentarme a tu lado, no morirme extrañándote, más de lo que ya me muero, mirarte a detalle sin que te des cuenta, contarte historias, malos chistes. Quisiera no hubiera vacaciones, no, mejor aún, que sólo hubiera vacaciones si son a tu lado. Así hoy no sería como hoy, sino como nunca… Sería como siempre lo soñé.
Recorro la casa, toco los muebles mientras declamo Táctica y Estrategia, mientras termino una frase que dice “pero no llamas, pero no llamo”, y me acuerdo que no soy tu amor, ni tu cómplice y ni tu todo, aunque tal vez en la calle codo a codo sí somos mucho más que dos. Ni siquiera Mario me ayuda a no pensarte, pero no quiero dejar de hacerlo, porque de nada me serviría tu recuerdo en el olvido.
Para los que padecemos del Mal de Vacaciones sin Ella, nos queda el remedio de mirar a la luna, tomarla a cucharadas o con una cápsula cada dos horas, así Jaime lo recomienda. Afortunadamente es un mal temporal, que termina en tan sólo unos días. Estimados colegas de diagnostico, es debido decir que ella igualmente puede presentar los mismos síntomas. Ella también les puede estar recordando en este momento, a lo mejor mientras besa, abraza o mira a otro [qué importa]. Entonces, no queda más que curarse mutuamente, tomar un abrigo e ir a buscarla. En mi caso, tengo que dejar de escribir en este preciso instante, es momento de llamarle y decirle: buenos días, cómo sigues de la garganta.
TECLASUELTAS 